Comenzamos en Murguia y salimos direccion al pueblo de Lukiano por carretera, en el interior del pueblo una senda nos lleva al paraje de la Encontrada, con sus leyendas, puente colgante y su sombra.
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Puente colgante en la encontrada
Tras recorrer este lugar nos dirigimos por bosques de avellanos y hayas hacia Izarra pasando por Larrazketa, desde Izarra ascendemos al Alto del Corral primer monte de la jornada
cima del Alto del Corral
continuamos con subes y bajas hasta el fuerte descenso hacia Unza que bordeamos junto al cortado que asoma a Orduña, ahora toca subir hacia el Alto de San Pedro o beratza con amplias vistas sobre el valle de Ayala y Arrastaria.
Cima y buzon del monte San Pedro o Beratza
Descenso para llegar al pueblo de Uzquiano donde junto a un neumatico gigante
Punto donde comienza el ascenso al Txibiarte
comienza el corto ascenso al monte Txibiarte afeado por unas antenas
Buzon el txibiarte
Ahora descenso por el mismo camino y poco despues dentro del pueblo de Uzquiano desvio para ascender a la ultima cima de la jornada el monte Goikogana
Cima del Goikogana
Sobre restos de fortificaciones de la Guerra Civil, se alza un llamativo vértice geodésico y rodeado por antiguas trincheras de la Guerra civil
descenso por el mismo camino y por carretera vamos al pueblo de Oyardo donde una pista nos llevará a Gujuli, donde visitaremos su famosa cascada, ahora sin agua ya que es bastante estacional, aunque el paisaje no desmerece.
Cascada de Gujuli
Desde Gujuli ascendemos hacia la carretera y hacia un mirador de la cascada, cruzamos la carretera y cogemos una pista señalizada como Izarra que nos deja en el pueblo, ahora por carretera volvemos a Murguia. |
MAPA
IBP ( Indice de Esfuerzo ) : 70
DISTANCIA : 46 KM
DIFICULTAD : MEDIO
DESNIVEL ACUMULADO SUBIDA : 910m
VELOCIDAD MEDIA : 13/81 K/h
SALIDA Y LLEGADA : Murgia ( Alava )
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DESCARGA DE TRACK ( GPX, KML, PLT ) CON WPS
LA LEYENDA DE LA ENCONTRADA
El caserío de La Encontrada está situado en el extremo Suroeste del valle de Zuia, en tierras de jurisdicción de Aperregi, a la orilla del río Baias y con un hermoso puente, siendo en la antigüedad una de las casas torre de Zárate, con una antigua ferrería, de la que aún quedan sus paredes y con una gran presa y cauce, que tuvo gran importancia en su época.
Cerca de La Encontrada existió una ermita, la de Santa María de la Encontrada, que en la bula del Papa Julio II, de 1508, se hace mención de ella.
El lugar que ocupaba el caserío lo ocupó la antigua torre de Guereña, que dio origen a la leyenda de “La Torre de La Encontrada”, en la que refiere que la torre de Guereña era de gruesos muros, destacándose las almenas que coronaban su altura y en la que vivían los señores del Valle.
La princesa doña Blanca, hija de la Reina de Navarra, se encontraba en la torre de Guereña pasando unos días en espera de conocer la situación de su hermano, el príncipe D. Carlos, heredero del trono de Navarra, que permanecía preso por su padre, el Rey D. Juan, el usurpador del trono de Navarra. Doña Blanca era partidaria de su hermano y por ello también era perseguida.
Una vez en libertad el príncipe, acompañado de sus escuderos, vino en busca de su hermana, por tener noticias de que se encontraba en Álava, y caminando por el valle en dirección a Vitoria, al llegar al lugar de la torre de Guereña, su hermana, que le vio y le reconoció, salió corriendo a su encuentro y al reconocerla el príncipe gritó:
“Encontrada”
Y por ello en recuerdo del encuentro entre los dos hermanos, el príncipe D. Carlos y la princesa Dª Blanca, se cambió el nombre de la torre por el de La Encontrada, por la primera palabra que pronunció el príncipe al reconocer a su hermana.
Al siguiente día del encuentro, después de la visita al Santuario de Nuestra Señora de Oro en acción de gracias, le prometió el señor de la torre de Guereña que desde aquel instante se cambiaría el nombre de Guereña por el de La Encontrada y desde esa fecha así sigue llamándose.
En 1580 D. Juan Iñiguez de Guereña, gentil hombre de S.M. Carlos I, casado con Doña Ochanda de Iruña, Álava, aparece como dueño y señor de la torre de La Encontrada.
LA LEYENDA DE GUJULI
En Gujuli vivía un hombre al que sus padres llamaron Urjauzi cascada porque era muy llorón. Un día, paseando junto al río Altube, descubrió a una bella mujer bañándose.
La chica, que en realidad era una lamia (bruja) Baigorri, tomó un espejo y mirándolo dijo: "quiero un peine de oro", y al momento lo tuvo entre sus manos. Al ver lo ocurrido, Urjauzi cogió el espejo y salió corriendo. Desde entonces lo utilizó para convertirse en un hombre rico, pero también avaricioso.
Cuentan que, en invierno, cuando la cascada rebosa de agua, se puede oír los sollozos de una persona
Una tarde, sesteaba bajo un haya cuando una voz le despertó: "¿Cómo te llamas?". "Urjauzi", respondió. Al instante descendió del árbol Baigorri.
En sus manos tenía el espejo, en el que Urjauzi se veía reflejado. ¡Había pronunciado su nombre mientras miraba el espejo! Corrió hacia un barranco cercano a Gujuli y lloró y lloró, tanto que se formó un pequeño charco.
El charco se convirtió en río y se precipitó por el barranco. Nadie supo más de aquel hombre, pero cuentan que, en invierno, cuando la cascada rebosa de agua, se puede oír los sollozos de una persona.